IMPORTANCIA DE LA CINTURA o REGION DEL TALLE EN LA HISTORIA.

Dr. Alejandro Vázquez Barbé

Que las mujeres se han preocupado de resaltar la esbeltez de su cuerpo utilizando como subterfugio el afinar artificialmente la cintura y las caderas, es conocido desde la antigüedad (Fig.-1).

Fig. 1-Asiria del siglo III a. de C.

El CORSÉ, prenda que se ha usado durante varios siglos, y que no ha desparecido aún en el siglo XXI, que desde su aparición hizo derramar ríos de tinta, encendió las más variadas polémicas y controversias y generó decretos de las Facultades prohibiendo su uso basados en los trastornos anatómicos y funcionales que derivaban de él, fue defendido y usado estoicamente por millones de mujeres en pro de la coquetería, a pesar del sufrimiento que provocaba el uso de esta prenda íntima, las deformidades del tórax, la disminución de la capacidad respiratoria y el aumento a la propensión de contraer una tuberculosis.(Fig. 1A)

Fig. 1A-Radiografía de mujer con corsé.

El Corsé tiene a su vez su historia previa. Se originó en las bandeletas flexibles que las mujeres enrollaban en torno del cuerpo para sostener la garganta (llamase así al escote o el polo superior de ambas mamas) y repartir el peso de los vestidos.
Rescatada la descripción de esta prenda de las obras inmortales de Homero, Ovidio Terencio, Virgilio, Horacio, Cátulo y muchos otros autores latinos y griegos, que pintaron con rasgos de fuego las diferentes épocas que vivieron, y han consagrado a esta parte de la indumentaria femenina muchos capítulos, de los cuales podemos extraer documentos invalorables para reconstruir la historia de este “sostén de las gracias”.
Cuenta Homero (siglo VIII A. de C.) que Venus, para permitir a Juno seducir a Júpiter, le prestó su ceste, conocido como el primer nombre del embrión del corsé. El ceste era una cintura bordada que, según el autor de la Ilíada, encerraba los atractivos más poderosos: el amor y el deseo.
El ceste o cestus estaba hecho de piel bordada en forma de venda que se colocaba o debajo de los senos para sostenerlos, o sobre las caderas para sujetar la túnica y ceñir el talle, uso, este último, que le aplicaban las griegas y las romanas.
Las griegas (siglo II a.de C.) usaban varias bandeletas (Fig.-2) y cada una tenía un nombre diferente según el caso para el que se empleaba: Zona, Aphodesme y Strophium. Las romanas designaban estas mismas cinturas: Fascia Mamillar, Fascia Capitium y Toenia. Todas estas fajas se colocaban o bien para sostener las mamas para realzarlas como la Fascia Mamillar o bien para ajustar y reducir las caderas como la Zona.

Fig. 2-Bandeletas usadas por griegas y romanas desde el siglo II a. de C.

El Cingulum, era otra bandeleta que se colocaba entre las dos anteriores para afinar la cintura. El hecho es que, del conjunto y combinación de todas estas bandeletas (Zona, Fascias y Cingulum), se originó una que cumplía con todos los requisitos exigidos por la moda: el corsé (Fig.-2A). Con él se disminuía el volumen de las caderas, se afinaba la cintura y se elevaban los senos.

Fig. 2A-Corsé en uso en 1920

Las mujeres galas llevaron el pecho descubierto hasta la invasión de los romanos (siglo II a.de C) que fue también, la invasión de las bandeletas. Las galas se apresuraron a adoptar el uso de los Capitium y el Strophium para tener el noble aspecto de las patricias romanas.
La época carlovingia (siglos VIII y IX), mantuvo esa moda de las bandeletas que perduraron hasta el siglo XII. En este momento, se inicia la era de los cuerpos ajustados e inmovilizados por el uso de prendas confeccionadas con múltiples bandeletas.
En el siglo XIII se vuelve a la moda de los vestidos flotantes que duran hasta el siglo XIV. (Fig. 3)

Fig. 3-Vestido flotante del siglo XIII.

Entrados en la Edad Media (siglo V d. de C), en la época gótica, encontramos el momento histórico donde se inaugura el aparato de tortura que ni hubiera soñado inventar el inquisidor Torquemada, ni otros criminales, que prefiero no mencionar, que “reinaron” en muchas dictaduras Latinoamericanas en las décadas del 60 al 80. La moda del momento impone una alta cintura y senos elevados. Se confecciona entonces una pieza que será el futuro corsé. Con ella se amplificaban las formas insuficientes y, hasta ausentes del cuerpo. Cuando el corsé ajustado, descubría cruelmente la escasez, se le cosían rellenos a la camisa que hacían maravillas, se mantenía así una ilusión, que desaparecía al caer el último velo.
Isabel de Baviera, según refieren las crónicas, poseía el busto (llamado garganta) más bello que haya existido. Ella fue la que usó el primer corsé que entonces no era más que una faja ribeteada de pieles que ajustaba exactamente las formas.
Al inicio de las Cruzadas, ( 1029 d.de C.) despertaron los celos y aguzaron el ingenio de los esforzados guerreros, quienes adaptaron las cinturas antiguas de un modo especial, dejando bajo llave la virtud de sus esposas mientras ellos marchaban con la frente “limpia” y serena al rescate del Santo Sepulcro, creando la “cota de castidad”. La verdad es que, con la presencia de los armeros, que formaban parte de toda casa señorial y la destreza con la punta de sus dagas de los pajes de la corte, el tesoro del santo guerrero era diestramente robado mientras él cabalgaba con toda tranquilidad. (Fig. 4)

Fig. 4-Corselete y cota de castidad. Siglo XI.

Tanto la cota de castidad y el corselete fue lo que usaron las bellas damas hasta 1530.
En el Renacimiento (siglo XV hasta mediados del XVI) se impone el uso de la basquiña; se trataba de un corpiño o sostén de tela fuerte forrado con otra con apresto y reforzada con un armazón metálico, no tenía mangas y era muy escotado. Fueron famosos los talles y escotes de Francisca de Foix, dama de Chateaubriand y de Diana de Poitiers. Esta moda duró solo 15 años, de 1520 a 1535. (Fig. 5)

Fig. 5-Basquiña. 1520 a 1535.

A partir de ese momento se introduce el hierro en la confección del corsé, pasando a ser la nota dominante de la mujer: su rigidez. Así sabemos de Claudia, la hija de Catalina de Médicis, muchacha muy débil, que su madre hizo rígida mediante un armazón de hierro construido por el armero del condestable. El Rey Carlos IX (1560) quiso suprimir la basquiña, el vertugado (armazón metálico que comprimía las caderas) y las grandes delanteras de las damas, pero, la moda no obedeció.
Bajo el reinado de Enrique III, de 1574 a 1589, la moda se hizo más cruel aún: el armazón de hierro semejaba las costillas en la parte delantera (Fig. 6), dos rosetones de hierro enclaustraban las mamas y la lámina metálica del dorso estaba perforada con multitud de huecos.

Fig. 6-Corsé de hierro. Reinado de Enrique III. Fines de 1500.

En vano Enrique III firmó decretos en su contra y el Médico y Cirujano Ambrosio Paré sostuviera una tesis llena de argumentos demostrando que ese armazón era mortal. (Fig. 6A) Nada convenció a las mujeres que siguieron usando el llamado “destroza pechos“de la época. Montaigne relata al respecto sobre el uso de ese corsé, que era “un verdadero instrumento de tortura, que los pechos se volvían tan duros e insensibles como el cuerno y que las mujeres tienen grandes ampollas en las costillas que se ponen en carne viva y, a veces, hasta hacen morir.”

Fig. 6A-Esquema de las deformidades del esqueleto y las vísceras. A con corsé y B sin corsé.

Con Enrique IV, (reinó de 1589 a 1610) fueron atenuándose las rigideces hasta que alrededor de 1642, ya muerta María de Médicis, quien comandara durante décadas la moda, reaparecen los cuerpos emballenados devolviendo a la mujer su gracia suelta y ondulante. Esta fue la época donde la Maestra de la Corte de Ana de Austria, enseñaba en secreto a las damiselas, las más variadas formas de hacer graciosas reverencias entre las que se contaban diez y siete clases diferentes.
En 1645 hay una tendencia a lo puntiagudo, lo que devuelve a la ballena su rigidez tomando el corsé el nombre de gourgandine. (Fig. 7)

Fig. 7-La Gourgandine. 1645.

La etiqueta rigurosa del reinado de Luis XIV (1642 a 1715) exigía que el corsé debía mostrarse majestuoso, alargando rígidamente el talle. Después de 1670, llegó a ser un adorno excesivamente lujoso y rodeaba el busto como una funda, completado con hombreras muy adornadas. Hacia 1688 se humaniza el corsé, no son tan ajustados, son más flexibles y más pequeños. No comprimían ni deformaban las fragilidades que encerraban.
Bajo el reinado de Luis XV (1715 a 1774) las elegantes reemplazaron el corsé por el vestido emballenado en el cuerpo. (Fig. 8- A y B)

Fig. 8-Vestidos emballenados. Reinado de Luis XV. 1715 a 1774.

Surgieron, además, varias clases de corsé, el de las presentaciones en la corte, muy lujoso y escotado, otro para montar a caballo y para la caza con hombreras y faldones. María Antonieta usó corsés de varias formas y se describe el que utilizara para las grandes ceremonias, en el que “entraba en el cesto de la falda como una lanza en una calabaza “. (Fig. 9- A y B)

Fig. 9-Corsé para grandes ocasiones de María Antonieta.

La Revolución Francesa (1789) interrumpe la evolución del corsé y, prácticamente desapareció en esa época por considerarlo un estigma de la nobleza.
Tampoco el Imperio (1804 a 1814) reparó en esta prenda, Josefina, indomable criolla, solo usaba el percal, el raso blanco y los encajes. (Fig. 10)

Fig. 10-Prendas íntimas de Josefina en el Imperio.1804 a 1814.

Poco después, Leroy inventa el Ninon, (Fig. 11) un corsé formado por enaguas que se amarraban por detrás. El primero fue confeccionado para la duquesa de Basano en 1812. Después de su divorcio, Josefina se vuelve más austera y retorna al corsé con ballenas.

Fig. 11-Corsé Ninon por Leroy

Es durante la Restauración (1815) que el corsé efectúa su entrada triunfal con el casamiento del duque de Berry. Vuelve en 1818 con sus ballenas y sus compresiones. (Fig.12)

Fig. 12-Restauración. Corsé con ballenas y compresión.1815.

En 1823 aparece el corsé que dio a las mujeres el “talle de avispa “. (Fig. 13) Carlos X (1824 a 1830) exasperado por el uso de tal prenda exclamó: “En mi juventud veíanse ninfas, hamadriades y, a veces Clelias, en Francia ahora no se ven más que avispas“. El talle avispa se mantuvo bastante tiempo, poco a poco el talle fue recobrando su naturalidad. En época de la emperatriz Eugenia se puso de moda el llevar “medios términos“, el corsé se ensanchó dejando los pechos, las caderas y hasta el abdomen el derecho a dilatarse a sus anchas.

Fig. 13-Corsé “talle de avispa”. 1823.

A fines de 1930, el dibujante DIVITO crea unas figuras humorísticas, que publica en su revista RICO TIPO, que fueron conocidas como «las chicas Divito». Ellas se constituyeron durante varias décadas, en el ideal de belleza femenina y en la fantasía masculina del momento: busto y caderas exuberantes en relación a una cintura diminuta.

«Chica Divito».-

En 1829, la casa Roguer Caelquot inventa el modo de soltarlo instantáneamente. En 1838 se le suprimen las sobaqueras. Desde 1828 a 1848 se registraron cincuenta y seis patentes de invención de diferentes modelos y distintas formas de abrocharlos o uso de materiales especiales. En 1850 aparece el ”lazado a la perezosa“. En 1858 Bonvallot presenta los corsés plásticos.
Así siguieron las cosas hasta muy entrado el siglo XX. La primera y segunda Guerras Mundiales, así como la Civil Española, obligaron a la mujer a eliminar los gastos superfluos y llevar una vestimenta más práctica ; el corsé cede el terreno a la faja elástica y al soutien gorge, es el actual sostén o soutien.(Fig. 14)

Fig. 14-Soutien Gorge y Faja Elástica. 1920.

Hoy, entrados en el siglo XXI, se siguen ofreciendo una gran variedad de modelos de corsés con idénticos fines de modelado artificial del cuerpo, lo que demuestra el enorme interés que tiene el sexo femenino por lucir un talle esbelto y bien modelado. (Fig. 15)

Fig. 15-Siglo XXI, ofertas en la prensa de sostenes, fajas y corsés.

Todos estos esfuerzos de imaginación para crear, durante más de 24 siglos, esta infinidad de artilugios para que las mujeres lucieran, con dolor, falta de higiene y las torturas más inverosímiles, caen por tierra, al inventarse la LIPOESCULTURA en 1978. Con la lipoaspiración esculpimos el talle para dar la forma estilizada, tan deseada por millones de mujeres. En este sentido, la lipoescultura del complejo cadera-cintura (1) es con la que se obtiene un talle esbelto y definitivo.

(1)-Por más detalles ver el artículo: “Lipoescultura del complejo cadera-cintura o Región del talle”.-

Acerca de Alejandro Vázquez Barbé

Nuestro interés en difundir el contenido de este blog, radica en dar a conocer, tanto lo que se refiere a la Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética, Cirugía de la Mano y Maxilofacial, presentando nuevas técnicas, nuevas ideas, rememorar algunas olvidadas que aún mantienen una total vigencia, presentar patologías que aún no tienen una solución satisfactoria. Como temas de interés docente: historia de la medicina, la importancia de la anatomía y sus técnicas de investigación, aplicadas a la cirugía y la comprensión del porqué de las técnicas a utilizar, temas humanísticos y disquisiciones múltiples, basadas en una larga experiencia de 45 años dedicados a la especialidad, fruto de la práctica diaria y la meditación sobre los temas que le atañen. Antecedentes En la Facultad de Medicina de Montevideo (Uruguay): En el correr de 16 años, en el Departamento de Ciencias Morfológicas: Disector, Preparador, Investigador y Profesor de Base Anatómica en las Técnicas Quirúrgicas. Profesor Agregado de la Cátedra de Cirugía Plástica. En el Ministerio de Salud Pública del Uruguay: Cirujano Plástico y Cirujano de la Mano en el Servicio de Cirugía Plástica y Maxilofacial del Hospital Pasteur de Montevideo, dirigido por el Prof. Dr. Guillermo Fossati.1970 a 1976.- 158 artículos de esas especialidades publicados o presentados en Congresos, Jornadas y Reuniones Científicas. Como figuras más destacadas en su formación profesional: En Uruguay, el Profesor, su Maestro, Dr. Héctor Ardao, Prof. Dr. Guillermo Fossati (Cirujano Plástico y Cir. de la Mano), Dr. Eugenio Bonavita (Cirujano Plástico y Cir. de la Mano), Prof. Dr. De Vechi (Cirujano Plástico y Cir. de la Mano), Dr. Javier Pietropinto (Cirujano Maxilofacial) y Prof. Dr. Alfredo Ruiz Liard (Cirujano de Tórax y Anatomista). En Argentina con el Dr. Guillermo Loda (Cirujano de la Mano). En Francia con los Profesores, Daniel Morel-Fatio (Cirujano Plástico), Claude Dufourmentel (Cirujano Plástico), Raoul Tubiana (Cirujano de la Mano), Paul Tessier (Cirujano Craneofacial), Pierre Fournier e Yves Gerard Yllouz (Cirujanos Plásticos) en Paris. Con el Dr. François Isselin (Cirujano de la Mano) en Nanterre, entre otros. A partir de 1976, radicado en Maracaibo, Venezuela, continúa con la labor docente, dictando cursos para pre y post-grado, y asistencial tanto en la práctica privada como en el Hospital General “Dr. Adolfo D’Empaire” de Cabimas, Estado Zulia, y en el Hospital General del Sur ”Dr. Pedro Iturbe” de Maracaibo, en el que en 1992 se crea el Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Maxilofacial, para el que es designado Jefe del Servicio, cargo que desempeña hasta la fecha. Profesor de Clínica Quirúrgica-Cirugía Plástica, en la Extensión Universitaria de la Costa Oriental del Lago de La Universidad del Zulia 1978.
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2 respuestas a IMPORTANCIA DE LA CINTURA o REGION DEL TALLE EN LA HISTORIA.

  1. Muchas gracias por esta informacion, bendicionies

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